domingo, 14 de diciembre de 2014

GESTANDO JUNTOS "EDUCACION PARA EL ALMA" EN MÉXICO





Querido lector y lectora de estas páginas, si es que te dedicas a la educación, ÁMATE con todo el amor que de tu corazón salga, porque tienes una tarea inmensamente bella entre manos; así que de ser necesario, sufre un ataque repentino de amnesia, e intenta aprender todo de nuevo, no por los niños… sino porque TU LO MERECES.

“esa es la tarea… acompañar en la mirada, a los que aún no pueden comprender la variedad de colores; es el tiempo de enseñar que hay más colores que los que nadie jamás imaginó ver”

 


Un árbol decidido a vivir su SER es la alegría de la semilla manifestada.
Cuando la semilla se acuesta sobre la tierra y confía dejándose ser, una mágica comunión se produce; un estallido como relámpago creador irrumpe ese espacio sagrado en la tierra.
Mientras tanto, y en el antes y el después, una luna ejerció su poder de gestación en cada célula de la semilla, sin tocarla, sólo con la plena confianza de saberse la una en la otra. Estrellas que nacen y otras que se apagan velan el momento porque también saben. Un viento suave acaricia la superficie terrestre dando el calor necesario y antes de que el sol asome en el horizonte, en ese momento en que sólo se lo presiente, una humedad de rocío, sutil, exacta, perfecta, fecundará con pequeñas gotas de amanecer anhelado, el instante en que una melodía casi imperceptible comenzará a sonar en esa delgada línea en donde se besan cotidianamente el cielo y la tierra.

Ahí, bendecida y Divina, sin que humano alguno la perciba, la semilla comienza a desgarrar sus pieles, a romperse, cual fuente femenina que pare mañanas a cada instante. Y se abrirá paso estirándose, acariciándose a sí misma por entre un humus que la cuida y la alimenta.
No sabe aún lo que busca… o sí??  Sigue buscando el cielo, ciega aún, sin ver, sólo intuyendo que su verdadero esplendor llegará si sigue adelante.
Una parte de ella, sin embargo, buscará amigarse y aceptar la sombra, el inframundo de oscuridades sabias que trasmutan todo lo que el cielo descarga en esa tierra transformadora. ¿Quién otra con esa capacidad?
Sólo la tierra.

Esto le dará las seguridades inexistentes, pero seguridades al fin, para creer en ese afuera que nunca verá… o mejor aún, tener la certeza y aceptar que una parte de ella, de su ser semilla, deberá elegir la sombra para trasmutar y transmutarse, mientras que otra parte de si, buscará la luz que luego la convertirá en verde y perfumado follaje que protegiendo los “adentros”, dará una nueva semilla nacida de la anterior y la anterior, y la anterior… para que la vida SEA.

En ese andar que parece dormido, quieto y sin maravillas visibles a simple vista, un mar de sutilidades está ocurriendo; y el humano descubrirá la fruta, basado en la lógica de su propia subsistencia y en los procesos que el Universo ha encontrado para que él esencial y vital siga poderoso pisando amaneceres nuevos.
Sólo unos pocos se preguntarán sobre el cómo, el para qué del perfume y el sabor de la fruta… y menos aún agradecerán la sombra fresca de una arboleda de verano; y tal vez sólo un hombre o una mujer se pregunten sobre los sueños y despertares de ese árbol.

Eso, sin más, sin menos, debería ser la inquietud de un maestro; estas preguntas y búsquedas que son las que nos ponen realmente de pie enseñándonos a caminar, debieran ser lo único importante de enseñar en escuelas que entonces sí se reconocerían como esperanzas de un tiempo que será bueno vivir, que será aún más bueno engendrar para el mejor bien de las almas de todos los reinos, incluidos los humanos.

MARÍA FERNANDA GUTIERREZ



viernes, 14 de noviembre de 2014

EL NIÑO COMO MAESTRO



Algo que diferencia nuestro mundo adulto del que habitábamos cuando éramos niños, es LA DUDA; en algún momento dejamos de creer... siendo niños, podíamos creerlo todo, ahora no, eso nos expone, nos hace vulnerables y entonces nos vemos obligados a construir murallas, corazas, duras pieles que nos cubren, capa tras capa. 
Esto aparenta ser una buena medida: NADA VA A LASTIMARME.
NADA más alejado... sólo nos separamos de la Fuente, de Dios, de la Luz... de nuestro inocente y maravilloso niño, que siempre estuvo dispuesto a amar y a evolucionar.

Como adultos, mamás, papás, maestros, nos merecemos este nuevo aprendizaje de ver en esos niños con los que convivimos a diario, al maestro que hemos perdido; al que buscamos en un afuera demasiado lejano... en un afuera que no nos pertenece.
Hay un camino que podemos elegir construir para que nuestra alma se regocije, un camino que implicará un "buscarnos", perdonarnos, aceptarnos, liberarnos y proponernos soltar nuestro viejo... viejísimo SISTEMA DE CREENCIAS. 



La primera etapa de este proceso, es el PERDÓN, comprender que los obstáculos están allí por amor y no para frenarnos… están allí para darnos un fuerte envión hacia “el adelante”, que nos espera con los brazos muy abiertos, llenos de AMOR. Será sentir sinceramente que deseamos modificar una visión adquirida, que no nos pertenece y que nos ha recluido en el miedo (contracara del amor).
Como muchas otras veces, imaginando que pudiera existir la persona que no comprendiera los códigos “preestablecidos” sobre el significado de las palabras, quise aclarar más aún a qué nos referimos cuando hablamos de PERDÓN y encontré que los “inicios” de esta palabra involucran el “dar, pasar, adelantar… una donación, obsequio o regalo”; y entonces todo cerró más amorosamente aún… ya que iniciar el camino hacia uno mismo, hacia la erradicación del miedo, es un obsequio que bien nos tenemos merecido.

El PERDÓN:
Es la enseñanza a través de los obstáculos.
Cuando el perdón a nosotros mismos haya sido vivenciado y podamos continuar avanzando… deberemos ACEPTAR.
La ACEPTACIÓN 
Es la sabiduría ancestral.
Aceptar será confiar, entregarse, cerrar los ojos y saber que merecemos lo que ocurrirá porque eso será lo mejor que puede ocurrirnos. Confiar que el Universo entero, está allí, todo el infinito tiempo “cuidando nuestras espaldas”. Algo bueno va a ocurrirnos, algo que no tendrá oposición y que recibiremos voluntariamente como acto de fe, de creer con solvencia,  y poder observar la sana inocencia del niño que nos habita.
Esta etapa del proceso de sanación, suele ser junto con el perdón, la más difícil, ya que siempre habrá “motivos”, “causas” muy válidas para la “no aceptación”, para “no perdonar”… en seguida surgirán los reparos: “cómo aceptar o perdonar situaciones donde “lo justo”, nos parece tan lejano. Justo aquí está el nudo donde debemos modificar nuestro proceso de “pensamiento”… sin duda será algo nuevo, diferente, GRANDIOSO. Modificar será la llave que nos conduzca a la liberación, ya que “el juicio” es lo que nos aleja, del otro, de nosotros mismos y lo más importante de nuestro SER CREADOR.
La libertad es algo más que un regalo generoso, es un “derecho” que traíamos al nacer, y que al ir avanzando en esta forma de vida, y retrocediendo en nosotros mismos, convertimos en “podio”… último escalón de una escalera que nadie puso delante nuestro. Vivenciar el ser libres es tan majestuoso, que hasta llegamos a pensar que no es “humano”.
Ahí radica otra vez la equivocación.
Ser libres, ser humanos, es Ser, es el Universo… y es “majestuoso”.





La LIBERACIÓN
Es observar el camino, desprovisto del juicio y las reglas que nos alejan de la Creación.
El LIBERAR es ARMONÍA y CONFIANZA; el estado perfecto de las cosas, que hace que no haya trabas, oscuridades, ni miedos. La armonía es una música bella que acompaña y condimenta el funcionamiento de toda la MARAVILLA. Cuando dejamos que ocurra… que la armonía y confianza en el afuera y en el adentro, colmen nuestros días, todo se facilita.
Si pudiéramos comprender que es un estado de Gracia, es toda la confianza creadora del Universo puesta en cada uno de nosotros.
Es relajarse, sintiendo el latido de nuestros corazones, es saber que el Gran Todo, está funcionando aceitado y nada ocurrirá que distraiga ese funcionar. 
Y otra vez imagino, que alguien pueda no comprender nuestros códigos con las palabras, por lo que me arrimo al diccionario para encontrar otra forma de expresarlo: es la facultad del ser humano de desarrollar una acción según su propia voluntad; cancelación o caducidad de las cargas = ARMONÍA.

 

Finalmente, la SANACIÓN 
Es tu Ser Niño, es volver a vibrar con él y haber logrado la sanación.
Hay almas que organizan su supuesta armonía en “seguridad y garantías”. Su existencia ES, en función de estar seguros y garantidos. 
No lo han comprendido aún. 
Cuando suelten, cuando se dejen llevar en las cálidas corrientes suaves y perfectas del amor, sabrán que no existen garantías, que no son necesarias… que las cosas ocurrirán cuando deban ocurrir y que siempre estarán amparados y cobijados en los largos brazos del amor y la templanza.
Si aún existen dudas de cómo detener la ira y el miedo… sólo AMA. Ahí también está el aprendizaje. Debemos amar incluso y “sobre todo” a esos seres que no comprenden qué es el amor, a los que siguen viviendo en el miedo y dormidos.

Eso será SANAR = restablecer, recobrarse, aliviar, mejorar, curar, recuperarse, restituirse.
  
Elijo en el final: RESTITUIR, e imagino al niño restituido y recibido con amor incondicional, en nuestro propio corazón, donde siempre estuvo. En este AHORA, lo reencontramos vivo y feliz para orientarnos y guiarnos. 
 
Hoy se habla de los NIÑOS CRISTAL como aquellos pequeños que vienen a mostrar el camino…; nuestro ser adulto, tiene un niño cristal pugnando por salir, lo que ocurre es que en este espacio-tiempo llegan seres que con total naturalidad alinean su conexión con su propia Creación. Abren puertas. No dudan. Son absolutamente sensibles, aceptando esa sensibilidad… no cargan con ella, la DISFRUTAN.
Debemos intentar transitar ese sendero, observarlos y observarnos…
Ellos, suelen estar rodeados de otros niños que les consultan, o sólo los observan. Lo que ocurre en el mundo de los adultos respecto al “observarnos” y sentir que alguien ha evolucionado más que otro, ocurre también con los niños, pero sin “medirse”, sin “prejuicios”, ellos se observan naturalmente para comprender y “probar” cómo es sentir y accionar desde otro lugar. Sin duda, los niños guardan intacta la conexión con el Amor Absoluto.
Estos niños además, traen alegría y sanación, por el sólo hecho de estar cerca y compartir un juego con ellos. Transitan un estado de Gracia permanente y lo viven con armonía y gozo. 
 
Eso también, llevamos nosotros dentro.
Caminemos con las herramientas que cada uno posea hacia esa “cristalidad”.
Así volveremos a encontrarnos con la sanidad de nuestra alma, que siempre está en estado de CREACIÓN.

ES TIEMPO DE CREER que la sanación ya vive en TODOS, y sólo necesitamos reflotarla, restituirla. LIBERAR y LIBERARNOS porque la tarea en este tiempo está en cada uno de nosotros y con cada uno de nosotros y así la SANACIÓN será real y UNIVERSAL… porque SOMOS UNO.

Por eso, cuando nos digamos EDUCADORES, preguntemos a los niños de hoy, qué tienen para enseñarnos… y compartirnos.
Tu verdadero brillo es lo oculto, lo que aún ocultas.  “No es oro todo lo que reluce”, dice el dicho; pero si es oro tu mirada detenida en el aprendizaje de lo pequeño. Recuerda y aprende a disfrutar y vivenciar esto, querid@
maestr@.  Es el compromiso esencial con tu alma…para que exista, luego con el niño.
El profesor Leo Buscaglia, en uno de sus libros sobre "el amor", decía respecto a su tarea docente: "Necesitamos gente fuerte en el ámbito de la educación, que se atreva a decir: esto es hipócrita y no lo haremos más!!"

Seamos "el Hombre de la Mancha" que sin saber que no se podía vencer a aquellos molinos, ponía su vida en ello y amaba profundamente lo que hacía...
Seamos Saint Exupery, que en la voz del zorro decía: ..." lo esencial es invisible a los ojos"..., POR SUPUESTO!!!





MARÍA FERNANDA GUTIERREZ