lunes, 21 de diciembre de 2009

ESCUELA DE PAN

Algunos saben sobre mi pasión por el pan… por amasarlo…
Y sobre mi otra alegría, el haberlos complementado con los cuentos, con las historias que la gente cuenta. De cada pago, un pan distinto, una forma diferente, y así se definen los pueblos.
No hay mejor clase de historia o geografía, que la que se realiza alrededor de una mesa de amasado y junto a un horno… no lo creen??



En www.cuentosamasados.blogspot.com, hablaba de ello…
Como esta rueda del Molino Harinero García en San José de Jáchal, San Juan, así la vida gira, dándonos la maravillosa oportunidad de conocer todas sus partes.


PANES DEL ALMA


Un pan es la mezcla exacta y equilibrada de todos los componentes de la Tierra y por ser uno de los alimentos más antiguos tiene la sabiduría del tiempo y de cientos de miles de manos, de fuegos, brazas y rescoldos. Sólo cosas buenas pueden surgir de semejante encuentro.
Aprender todo lo que nos ocurre al amasar, es intentar comenzar por el principio; darnos cuenta de la fuerza, y también de la suavidad de nuestras manos; es sentir cómo todo nuestro cuerpo acompaña esa masa que está empezando a Ser.

El alma, es ese rincón tibiecito que guarda nuestros secretos, nuestra verdadera identidad, nuestros deseos, nuestra música interior y todo aquello que algunas veces llegamos a compartir.
Un pan del alma, es poner en una masa alguna de esas cosas o todas.
Harina, identidad, agua, música, levadura, amor y sal.
Entre vuelta y vuelta, dejarle nuestro calor y por sobre todas las cosas, la magia de un ser nuevo.
Los panes que aquí comparto, son por distintos motivos parte del alma de algún pueblo, de un amigo o de viejas culturas que trato de no olvidar. Traten de sentir ustedes también, al caminar los caminos del pan, qué alma quieren revivir o crear..

Todo lo leído hasta aquí no tendrá ningún sentido, si al momento de amasar y elegir los elementos para hacer nuestro pan, no incluimos una cantidad elevada y "no proporcional" de amor.
Pueden incluir TODO lo que deseen, cuánto más incluyan, mejor.
El resultado lo verán en el aroma, el color, el volumen, el sabor... y la mirada de agradecimiento y cariño de quién lo reciba.
Una de las cosas más placenteras al hacer pan es que no sólo daremos amor, sino que experimentaremos placer físicamente al realizarlo, la masa es tan suave y tersa que nuestras manos recordarán las caricias dadas y recibidas; tanto será el placer que querremos seguir haciéndolo por siempre.
Al dejar levar la masa sobre la placa que irá al horno y observemos cuánto ha cambiado de tamaño, finalmente comprobaremos cuán vivo está.
Será la vida misma hecha alimento...



Amasando en la Biblioteca Popular Carlos Reyes Miggoni de la ciudad de Concordia, antes de un taller de Narración oral para docentes y bibliotecarios.
Gracias Gaby!!

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