Cuando se comienza a caminar, nace en uno, una inmensa responsabilidad...con uno mismo, que es la más responsable de todas las responsabilidades; y puedo asegurarles que sé de qué hablo. Podría hablar desde los 20.000 kilometros recorridos entre el 2008 y el 2009, pero eso puede hacerlo cualquiera que tenga un poco de fuerza y osadía..., pero prefiero hablarles dessde otro lugar: desde los sueños que pude ver en los ojos de esos 20.000 kilometros...
Para que comprendan mejor...
Una mañana, en una escuela en medio de un alto cañaberal de caña de azúcar, en Aguilares, provincia de Tucumán, después de haber contado un cuento sobre un ser fantástico, uno de los niñitos que me escuchaba me dijo que él conocía a ese ser, porque allí en Aguilares, también los había... y ahí apareció mi responsabilidad conmigo... cómo decirle que eso no era así??
Quién era yo para negarlo o reafirmalo?
Muchos de sus compañeros, no lo dejaron solo en su valentía y aseveraron que él tenía razón.
Somos realmente conscientes, en nuestra tarea de enseñar, en cuánto somos observados y cuánto SEMBRAMOS sin darnos cuenta, cuán profundo se hundió nuestra semilla?
Insisto, los invito a que este espacio, sirva de ENCUENTRO propicio para sacarnos las dudas entre todos sobre nuestros propios miedos, y también sobre las virtudes que nos conocemos bien.
Habilitamos la siguiente casilla de correo para comunicarnos:
educacionparaelalma@live.com.ar
Dejemos fluir este encuentro, dejemos que el sol nos amanezca en medio del pecho, dejemos que la luna nos dé su sabiduría... dejémonos sentir... sólo eso...
Díganme si estas sonrisas, no valen la pena!!
Cuando llego a un grupo nuevo de niñ@s o personas adultas, me sorprendo descubriendo que siempre surge algo mágico en el ambiente, a veces alguien te hace descubrir el vuelo de una mariposa, mientrás hablas o el suave batir de sus alas, mientrás la observas y eso me hace pensar en la importancia de las cosas pequeñas, de los pequeños detalles, a veces una sesión de cuentos o un taller, no sale del todo bien o como quisiera, pero siento que hay una semilla sembrada que puede florecer en cualquier momento, por eso sigo contando cuentos, despertando sueños, descubriendo la creatividad en nuestras manos... por un presente y un futuro diferente.
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